Hoy día, en las tiendas nos encontramos con infinidad de marcas y tipos de protectores solares. Sin embargo, antes de comprar uno de estos productos, es necesario tener en cuenta varias consideraciones si queremos evitar quemaduras, manchas, melanomas, envejecimiento de la piel… Los principales factores en los que debemos fijarnos en el momento de adquirir un protector solar son: grado de protección, tipo, componentes y calidad.
Diferentes tipos de filtros solares
- Filtros químicos:las cremas con este tipo de filtros contienen sustancias químicas capaces de penetrar incluso hasta capas profundas de la piel y producir una reacción fotoquímica que transforma la radiación solar en calor. Dicho de otra manera, son capaces de «absorber» la radiación transformándola en no dañina. Su gran desventaja es que, como muchos otros productos químicos empleados en cosmética, penetran totalmente en nuestra piel y son susceptibles de causar ciertas intolerancias y alergias cutáneas. No se recomienda reutilizarlos de un año para otro.
- Filtros físicos: son polvos minerales que no penetran en la piel y que crean una capa externa que funciona como espejo reflejando los rayos solares e impidiendo que penetren en la piel. Los más comunes son el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Suelen ser cremas espesas y que dejan cierto brillo blanco durante los primeros minutos de la aplicación, pero esto también ayuda a aplicarse una cantidad suficiente para mantener la piel protegida. Los protectores naturales y ecológicos suelen emplear este tipo de filtros, que además de efectivos son seguros y respetuosos con la salud de la piel.
- Filtros biológicos:son sustancias antioxidantes que evitan la acción de la radiación solar sobre nuestra piel. Se encuentran en ciertos aceites y mantecas. Su factor de protección suele ser bajo, por lo que se emplean como potenciadores y ayudantes de otros fotoprotectores.
Los filtros físicos y biológicos son los únicos aceptados en las formulaciones cosméticas con sellos ecológicos, por lo que serán los que encuentres a la hora de comprar este tipo de protectores. De todas formas existen formulaciones que combinan filtros químicos y físicos o incluso los tres tipos.
Protectores solares: ¿en aerosol o en loción?
Una de las características en las que primero nos fijamos a la hora de comprar un producto solar es en la textura: ligera, espesa, que no deje restos grasos… pero en realidad hay que guiarse por las necesidades y tipos de piel:
- Cremas:indicado para la piel seca y el rostro.
- Lociones: suele utilizarse para aplicar sobre zonas grandes. La textura es más ligera y con menos grasa.
- Gel:están indicados principalmente para zonas con vello, como el cuero cabelludo y el pecho de los hombres.
- Barra:ideal para aplicar alrededor de los ojos.
- Aerosol: es necesario aplicar una buena capa dado que la pulverización expulsa poca cantidad de producto.
Consejo sobre la aplicación
- Utiliza protectores solares específicos para la piel, el rostro y el cabello.
- Aplica una buena capa de protector al menos 15 o 30 minutos antes de salir al exterior.
- Aplicar protector varias veces al día, principalmente tras salir del agua.
- Evita la exposición directa entre las 12-16h.
- Factor de protección alto (al menos de 30).
- Evita los aceites bronceadores sin SPF, protectores con filtro bajo y efecto bronceador.
¿Qué tipo de protector solar es el mejor?
Al comprar un protector solar, hay que fijarse en tres cosas importantes en la etiqueta:
- FPS (factor de protección solar) de 30 o superior
- Protección tanto contra los rayos UVA como contra los rayos UVB (un protector solar de amplio espectro)
- Resistente al agua (que proteja dentro del agua durante 40-80 minutos).
En la perfumería Aromas te asesorarán sobre el tipo de protectores solares que debes adquirir para que disfrutes de una piel radiante todo el verano y sin ponerla en riesgo.